Gracias a todos y todas las personas que contribuyeron con su granito de arena para lograr un año más este sentido agasajo, nuestro sincero agradecimiento por el maravilloso programa de Navidad que hemos compartido juntos. Fue un día lleno de alegría, risas, la inocente felicidad de los niños, niñas y adolescentes iluminó nuestros corazones.

Las sonrisas radiantes en los rostros de los pequeños durante el programa nos recordaron el verdadero espíritu de la Navidad: la magia de la generosidad, la camaradería y el amor compartido. 

La Navidad se convirtió en una celebración aún más especial gracias a la energía e inocencia de estos pequeños corazones; quienes disfrutaron de diversas actividades recreativas, juegos, bailes, creación y espiritualidad.

 

Que el espíritu de la Navidad perdure en sus corazones a lo largo del año, recordándonos la importancia de ayudar, proteger, valorar, y amar a los más pequeños, los más vulnerables, la razón de nuestra misión; los niños y niñas.

“La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud.” Dalai Lama.

Silvana Agüero, 2/01/2024