Navidad en la fundación

Paula Cepeda Vasco – Estudiante PUCE

La navidad es la época perfecta para envolver regalos, recibir abrazos y compartir una suculenta cena en familia o con amigos. Todo parece mejorar en diciembre: el ánimo de las personas mejora notablemente, los centros comerciales hacen sus mejores ofertas y todos esperamos la ansiada noche buena  para continuar con tradiciones familiares. O al menos esto es lo que nos han enseñado a lo largo de nuestras vidas.

¿Pero, qué hay de quienes no tienen esta perspectiva de la mágica navidad? ¿Qué pasa por la mente de aquellas personas que realmente no tienen la posibilidad de llevar un plato de comida a su mesa en noche buena? ¿Qué puede esperar un niño o una niña de bajos recursos de una fecha capitalista como la navidad?

La realidad de estas familias, es que ven a la navidad como otro día más. Otro día más de trabajo y deudas que pagar. Injustamente vemos a diario niños y niñas que sufren año tras año la misma situación, a la que ya se han acostumbrado.

Conmovidas por esta dura realidad que afrontan los niños y niñas de la Fundación Minadores de Sueños, las autoridades de la misma deciden cada año realizar un pequeño homenaje para los niños y niñas que asisten a la Institución. El 2016 no fue la excepción.

Las planificaciones para el programa de navidad iniciaron con varias semanas de antelación. Se contó con la oportuna participación de varias personas para su realización: voluntarias extranjeras que vienen al país dentro de un programa de labor social, así mismo, voluntarios de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y jóvenes voluntarios, que viven en la comunidad.

Se realizaron varias actividades, que incluían: cantata de las posadas, juegos tradicionales, juegos contemporáneos, pintu-caritas, pinta-uñas, entre otras. En cada una de estas actividades se procuró que los niños y niñas tuvieran un espacio para compartir entre compañeros y se llamó a la reflexión sobre el verdadero significado de la navidad. Finalmente, con la colaboración de las personas encargadas de la cocina y de varias madres de familia, se dispuso el salón de comedor para que los niños y niñas, se sirvieran un almuerzo especial.

Alusivo a la fecha, una reconocida empresa de Quito y otros donantes, gentilmente hicieron donaciones de juguetes para todos y cada uno de los niños y niñas de la fundación. Habiendo recibido su presente, los niños y las niñas recibieron también una canasta de frutas por parte de la Fundación.

Como voluntarios, nos sentimos realmente satisfechos de la labor realizada en este programa, principalmente por devolverle la sonrisa a estos niños y niñas en una época del año tan especial. Sabemos que todo esfuerzo y todo recurso invertido, definitivamente, ¡Valió la pena!